29 jul 2025
Siempre me pregunté cómo era posible que alguien invierta tanto en publicidad y aún así no tenga ventas.
Después entendí que el problema no está en los clics, está en lo que pasa después del clic.
Invertimos en campañas, segmentamos audiencias, escribimos copys, diseñamos anuncios.
Y cuando finalmente logramos atraer tráfico, lo perdemos todo en el paso más importante: la landing page.
Esa página que debería convertir… pero no lo hace.
O peor aún: convierte, pero atrae leads que nunca nos van a comprar.
Y ahí empieza el ciclo más frustrante en marketing digital.
Nos emocionamos por la cantidad de formularios llenos.
Nuestro equipo comercial se activa.
Hacemos seguimientos, llamadas, reuniones.
Pero la mayoría de esos contactos no tienen ni el presupuesto ni la necesidad real.
Solo entraron porque la página les dio permiso.
Porque no fuimos claros.
Porque no fuimos exigentes.
Porque no pusimos condiciones.
Y eso, al final, nos hace perder muchísimo más que dinero.
Nos hace perder tiempo, energía, foco, confianza.
Nos aleja de los verdaderos clientes que sí podrían haber dicho que sí.
Hay algo que deberíamos entender todos los que hacemos crecer empresas:
Una landing page no está diseñada para convencer a todos.
Está diseñada para informar con precisión y filtrar con inteligencia.
Esa es su verdadera función.
No es una vitrina. Es una puerta con requisitos. Es como el “fortachón” en la puerta de una disco. Debe ayudar para ver quién entra y quién no.
Aunque no me gusta esa “discriminación”, en este caso, sirve para evitar que quien entre se decepcione porque no podemos ayudarlo.
Si en nuestra landing no explicamos exactamente qué ofrecemos, a quién, bajo qué condiciones…
Vamos a recibir leads que no saben lo que ofrecemos.
Y si no saben, no compran.
O peor: se sienten engañados y hablan mal de nosotros.
Eso pasa cuando usamos la landing solo como gancho y no como filtro.
Lo que deberíamos hacer es convertir la landing en una conversación inteligente.
No una conversación que intenta convencer, sino una que intenta calificar.
¿Quién eres? ¿Qué necesitas? ¿Cuánto puedes invertir? ¿Qué urgencia tienes?
Esas preguntas no son un obstáculo.
Son la diferencia entre vender y perseguir.
La mayoría de las empresas que invierten en Ads están enfocadas en volumen.
↳ Más clics, más visitas, más formularios llenos.
Pero muy pocas están midiendo la calidad.
Y mucho menos están diseñando para atraer menos leads, pero mejores.
La calidad no se logra con más presupuesto.
Se logra con fricción inteligente.
➤ Formularios que filtran. ➤ Páginas que dicen exactamente lo que ofrecemos. ➤ Requisitos explícitos. ➤ Preguntas secuenciales que descalifican al visitante equivocado.
Sí, descalifican.
Este es el secreto que nadie quiere contar.
Porque la industria del marketing tradicional aún cree que el éxito está en los números grandes.
Pero nosotros no vendemos a formularios.
Vendemos a personas reales, con problemas reales, que deben tener las condiciones mínimas para trabajar con nosotros.
Por eso, lo primero que deberíamos hacer no es vender más.
Es filtrar mejor.
Filtrar desde el primer clic.
Desde el anuncio.
Desde el título.
Desde la primera línea del formulario.
Porque cuando un lead llega sabiendo exactamente lo que ofrecemos, cuánto cuesta y qué condiciones debe cumplir…
Todo cambia.
→ Las llamadas son más efectivas. → Las reuniones se cierran más rápido. → El equipo de ventas trabaja con foco. → Los presupuestos se optimizan. → Y nuestra percepción de marca mejora.
No se trata de atraer a todos.
Se trata de atraer solo a quienes pueden y quieren trabajar con nosotros.
Eso es estrategia. Eso es marketing de verdad.
Y eso es lo que estamos haciendo con nuestros clientes.
Construimos sistemas de adquisición que informan, filtran y convierten.
Desde la primera palabra hasta el último clic.
Sin promesas vacías. Sin leads basura. Sin perseguir.
Si estás invirtiendo en publicidad y los leads no califican, el problema no es la campaña.
El problema es que tu landing está dejando entrar a cualquiera.
Y tu negocio no es para cualquiera.
Tu negocio necesita personas con intención real.
Con capacidad de decisión. Con presupuesto. Con urgencia.
Nosotros podemos ayudarte a atraerlas.
Podemos rediseñar tu sistema de captación para que funcione como debe.
Con claridad. Con fricción. Con resultados.
Si quieres que trabajemos juntos, escríbeme.
Y empecemos a construir algo que de verdad convierta.
Carlos Traseira.
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