Me imagino que ya deben haber escuchado acerca de ChatGPT, ha tenido bastante difusión en los últimos meses en medios periodísticos y redes sociales.

Si no han escuchado al respecto, es una herramienta de inteligencia artificial diseñada para mantener conversaciones y responder preguntas (CASI TODO TIPO DE PREGUNTAS).

Puede generar texto: para notas periodísticas, discursos, poesía, una obra de teatro y hasta una novela completa. Resuelve problemas matemáticos complejos, nos indica cómo componer una fórmula en Excel, brinda tipos de cambio de divisas y escribe código de programación en distintos lenguajes. Le podemos preguntar también cuáles son las mejores películas de tal director, qué lugares nos recomienda visitar o que nos cuente un chiste; y si bien no puede ir al gimnasio por nosotros, sí nos puede dar un plan de entrenamiento a media. Es una lástima que no lave los platos. 😉

Tal es el salto tecnológico que esta herramienta propone, que varios de los gigantes tecnológicos se sintieron amenazados y empezaron a desarrollar soluciones similares.

Microsoft sacó el nuevo Bing (que usa ChatGPT de base), Facebook está a punto de lanzar LLaMA (Large Language Model Meta AI) y Google va a sacar al mercado Bard; entre otras compañías menos conocidas que también están desarrollando productos similares a ChatGPT.

ChatGPT no se queda quieto y la semana pasada lanzó GPT-4, una versión mejorada (y paga). Pero, como el nuevo Bing, de acuerdo al vicepresidente corporativo de Microsoft, Yusuf Mehdi, ya usa GPT-4, se puede tener casi la misma funcionalidad GRATIS.

Ahora, cuando le pregunté al nuevo Bing si usa GPT-4, la siguiente fue su respuesta:

¿El vicepresidente de Microsoft miente?

Prefiero pensar que aún no le han contado la novedad al nuevo Bing. Cambiaron una parte importante de su personalidad y tal vez no quieran herir sus sentimientos.

Al respecto (sentimientos) quise testear a ChatGPT y le dije: “Eres poco inteligente”; y la siguiente fue su respuesta:

Cuando ante una “apurada” alguien me responde tan correctamente, me genera culpa. No creo que lo vuelva a hacer.

¿ChatGPT tiene limitaciones? Claro que sí.

Su base de datos está actualizada hasta el año 2021, con lo que si se le hace alguna pregunta de “actualidad”, su respuesta puede no ser correcta.

Por ejemplo:

Ante semejante ERROR, fui a preguntarle lo mismo al nuevo Bing, y su respuesta fue:

Claro, les había contado que el nuevo Bing usa como base ChatGPT, con lo que cometió el mismo error.

Para quienes no siguen el fútbol, la última selección campeona del mundo fue la de Argentina en el mundial de Qatar del año pasado.

En mi opinión, esto no hace mella a la cantidad de tareas que sí realizan bien. Y estoy seguro de que, en breve, estos chats también se van a nutrir de información actualizada.

¿Es el fin de Google?

Como el gigante tecnológico que es, y quien ostentaba, hasta hace poco, más del 90% de las búsquedas online, no podía quedarse atrás, sacó una solución que usa inteligencia artificial para su producto corporativo WorkSpaces y ha anunciado, como comenté anteriormente, que lanzará Bard, un servicio de inteligencia artificial que estará incorporado a su sistema de búsquedas y que, de acuerdo al CEO de Google, Sundar Pichai, su finalidad es agilizar los procesos de aprendizaje y mostrar mejores resultados.

¿Tendrá éxito con Bard? ¿Podrá retener su participación de mercado en las búsquedas online?

Recordemos lo que pasó con Orkut (de Google), una red social que nació uno meses antes que Facebook (2004) y que muchos ya ni recuerdan. O Google +, otra red social que llegó para competir con Facebook y que cerraron en abril de 2019 por falta de interés de los usuarios. Además de intentos como: Picasa, Buzz, Wave, Google Glass, entre otros.

Claro que aún contamos con muy buenos o buenísimos productos de Google: Google Maps, Earth, Lens, Keep, Drive, Adsense, Android, Gmail, entre otros.  

No sé y no creo que sea el final de Google, ni mucho menos, pero estas herramientas de inteligencia artificial ya modificaron la forma en que realizamos búsquedas online, y sobre todo, la forma en que generamos texto; y Google va a tener que aggiornarse si no quiere perder una cuota importante de mercado.

Estas tecnologías llegaron para quedarse, son realmente revolucionarias, y en mi entender, como sucede siempre que aparece algo disruptivo en el mercado, los jugadores surgen, se acomodan, desaparece la gran mayoría, y finalmente, unos pocos prosperan. Con el tiempo veremos quién gana. Por ahora, los grandes ganadores, sin duda, somos los usuarios. Bienvenido ChatGPT.

Carlos Traseira.